Mi pareja es un amante de las tartas de queso, así que aprovechando la época, me he animado a hacer una tarta de queso con calabaza y especies con base de galleta speculoos, que al llevar el toque de canela combina de maravilla. Si no os gusta la calabaza, no os preocupéis, porque seguro que os gustará igual. De echo, si la comieseis con los ojos cerrados os costaría descubrir cuál es el ingrediente secreto que la hace tan especial.
Ingredientes (para 8-10 personas):
- 750g de queso de untar (M.G 35%)
- 350g de calabaza asada
- 3 huevos de gallinas felices
- 2 cucharadas de harina
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
- 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
- 1/4 cucharadita de clavo
- 2 cucharaditas de canela
- 1 cucharadita de cardamomo molido
- 180g de azúcar de caña bio
- 1 cucharadita de vainilla en pasta
Para la base:
- 250g de galletas speculoos
- 90g de mantequilla
Paso a paso:
1. Empezaremos preparando el molde. Yo he usado un molde de 23cm de diámetro y 10 cm de alto. La base es desmoldable, así que va perfecto para este tipo de tartas. He forrado la base con papel de horno para que se mas fácil de desmoldar al final.
2. Trituramos las galletas, debe quedarnos un polvo fino. Derretimos la mantequilla. Mezclamos las galletas y la mantequilla, que todo el polvo de la galleta absorva la humedad de la mantequilla. Formamos una masa y con esta cubrimos uniformemente la base del molde. Llevamos a la nevera un mínimo de 30 minutos.
3. Ponemos el azúcar en el bol y añadimos todas las especies; el clavo, el cardamomo, la canela, la nuez moscada y el jengibre. Mezclamos hasta integrar por completo.
4. Añadimos los 750g de queso de untar. El queso da igual la marca, pero sobretodo que tenga mínimo un 35% de M.G. Batimos bien hasta que el queso integre todo el azúcar con las especies. Añadimos la cucharadita de vainilla en pasta.
5. Añadimos los huevos uno a uno. No añadimos el siguiente hasta que el anterior está completamente integrado.
6. Añadimos la calabaza asada. Yo ya la asé para otra receta y la congelé en porciones de 350g para otras ocasiones. Así que está vez lo único que hice fue descongelarla. Os dejo el link aquí donde aparece todo el paso a paso para asarla en el horno.
Por último añadimos las dos cucharadas rasas de harina a la masa.
7. Sacamos el molde la nevera y con un spray antiaderente rociamos los bordes del molde. Volcamos la masa en él.
8. Horneamos con calor abajo a 160ºC durante 90 minutos. Para que coja el toque dorado por encima podemos ponerlo 10 minutos mas arriba y abajo. Al hacerlo a tan baja temperatura conseguimos que la tarta suba uniformemente y que no genere grietas.
9. Sacamos del horno y dejamos 1 o 2 horas a temperatura ambiente, hasta que enfríe por completo.
10. Pasado este tiempo, retiramos el molde y llevamos a la nevera un mínimo de 5 horas. Lo ideal es dejarla toda la noche y comerla al día siguiente.
Deliciosa, estoy convencida que os encantará.
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