Me encantan los canelones de espinacas, incluso más que los de carne, por eso cuando vi la receta de mercado calabajío tuve claro que sería un éxito asegurado. El relleno de espinacas con requesón queda muy suave y cremoso y el toque crujiente de las nueces queda perfecto. El punto más importante de estos canelones es hacer una buena salsa de tomate casera y sobretodo que las espinacas sean frescas. Animaros a hacerlos, triunfaréis seguro.
Ingredientes (para 40 canelones):
- 2kg de tomate pera
- 40 placas de canelones
- 600g de espinacas frescas
- 250g de requesón o ricotta
- 100ml de nata para cocinar
- 1/2 cebolla blanca
- 100g de nueces
- 80g de queso de mahón curado
- 80g de parmesano
- 100g de gruyere rallado
- 2 huevos de gallinas felices
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Paso a paso:
1. Lo primero que haremos será la salsa de tomate. Yo os recomiendo que la hagáis el día de antes, así estará reposada y fría. Para la salsa de tomate me gusta utilizar tomate de pera bien maduro. Lavamos bien los tomates, los cortamos a trozos y los introducimos en la batidora. Trituramos bien hasta que nos quede líquido. En una olla añadimos un poco de aceite y vertemos todo el tomate triturado. A fuego suave 3/4 sobre 10 lo tendremos en el fuego hasta que reduzca su volumen a 1/3 de lo que era inicialmente. Queremos una salsa espesita, intensa en sabor. En mi caso lo tuve alrededor de 2 horas y media. Al tenerlo a un fuego tan suave no hace falta estar vigilándolo todo el rato, con tal que cada 20 minutos removamos un poco será suficiente. Cuando la salsa esté lista dejaremos templar a temperatura ambiente. Una vez templada la pondremos en un tuper y reservaremos en la nevera hasta su uso.
2. Cortamos en cuadraditos pequeños la media cebolla blanca y la sofreímos durante 7 o 8 minutos con aceite de oliva virgen extra.
3. Picamos los 100g de nueces y las añadimos a la cazuela. Rehogamos durante 3 o 4 minutos más a fuego medio.
4. Las espinacas lo ideal es que sean frescas. Yo utilicé dos bolsas de espinacas de las que ya vienen cortadas y lavadas. Las cortamos un poco más en tiras finas, para que el relleno nos quede mejor.
En tandas las vamos añadiendo a la cazuela a fuego medio-alto, la espinaca mengua mucha así que no os preocupéis porque aunque no lo parezca cogerán de sobras. Iremos salando un poco cada tanda de espinacas. Cuando ya estén todas las tandas listas y la espinaca haya reducido apagamos el fuego y dejamos templar unos 10 minutos.
5. Cuando la espinaca ya haya templado las añadimos en un recipiente junto con los 2 huevos, los 250g de requesón y los 100ml de nata decocinar. Mezclamos bien a una velocidad baja durante 5 minutos.
6. Cuando todos los ingredientes se hayan mezclado bien añadimos el parmesano en polvo y el queso de mahón. Podéis añadir cualquier otro queso que os guste, aunque lo ideal es que sean quesos de intenso sabor. Yo añadí el parmesano en polvo que nos gusta mucho y siempre tenemos en casa y el queso de mahón, que fue el que trajimos de las vacaciones de Menorca, un queso de mahón añejo riquísimo.
7. Cuando ya tengamos el relleno listo, lo ponemos en un recipiente, lo cubrimos con film y lo dejamos enfriar en la nevera.
8.Ponemos en una olla grande el agua con un puñadito de sal y un chorrito de aceite. Esperamos a que hierva para añadir las placas de pasta. Para evitar que se peguen hacerlo en dos tandas, de 20 y 20. Hervir durante 12 minutos.
9. Preparamos una bandeja con agua fría y hielo. Cuando la pasta esté cocida con una rasera la iremos poniendo aquí. Dejaremos que temple durante un par de minutos.
10. Una vez frías las colocamos sobre un paño de algodón. Ponemos encima de cada placa de pasta un par de cucharadas del relleno. Enrollamos cada pasta sobre si misma.
11. Ponemos en la bandeka de horno una capa de salsa de tomate y encima los canelones, Es importante que el cierre del canelón quede hacia arriba, si lo colocásemos hacia abajo en el momento de servir los romperíamos. Hemos preparado una bandeja de 25 unidades y hemos congelado otra de 15 unidades. Si los queréis congelar, dejarlos cubiertos con el tomate pero sin el queso. El queso rallado añadirlo en el momento de hornear.
12. Cubrimos con más salsa de tomate y ponemos el queso gruyere rallado por encima. Gratinamos a 200ºC durante 15-20 minutos, hasta que el queso esté doradito.
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